lunes, 5 de enero de 2009

Aeropuerto de Oslo,
23 de septiembre de 2065


Estoy esperando que salga mi avión, estos nuevos supersónicos salen siempre con atraso...
Mañana cumpliré 100 años y quiero llegar a Turín, ciudad en la que viví por 20 años desde 1990 hasta 2010, hace desde entonces que no vuelvo. ¿Quizás como será Turín hoy?

No es bueno pasar mucho tiempo en un mismo lugar pero Turín me ha enseñando mucho. Fueron los 20 años mas importantes de la innovación tecnológica, dos décadas irrepetibles, fueron años complicados para mi pero si hoy soy lo que soy se lo debo a esos años.

La verdad es que estoy haciendo escala en Oslo porque me tomé un año de vacaciones para recorrer el mundo y decidir los pasos para el futuro. El mundo ha cambiado y ya mi trabajo no es tan interesante como antes.

Está empezando el otoño en esta ciudad y las noches ya no son tan claras. Logro ver al horizonte el mar todavía iluminado y parte de esos fiordos que trasmiten tanta paz. Estuve casi 2 meses en Noruega en 2003 esperando el deshielo, en una cabaña en Levanger, nunca había sufrido tanto frío y vivido tanto calor al mismo tiempo por eso quise regresar en verano esta vez.

Viajo solo, muchas de las personas que amo ya no tienen ganas de moverse, dicen que se sienten demasiado viejas, la verdad es que ellas no se han encerrado en si mismas por 20 años, como yo lo hice, y por eso ahora se sienten más cansados. Después de esta experiencia creo que pasaré los próximos 20 años viajando, aunque a veces estas chatarras de supersónicos sean tan incomodos.

Hay mucho para hacer ahí afuera, mucha gente que encontrar para seguir aprendiendo. La población mundial suma 12.000 millones y si no sabes hablar chino ya nadie te entiende. Los imperios ya no existen, no hay tanto consumismo como en los años 2030 y aunque mucho se ha aprendido y la gente es más tranquila, todavía quedan parientes de esa casta que pensaba que el mundo era de ellos porque sabían concluir negocios mejor que los demás.

Me gustaría recorrer el mundo dando una serie de conferencias para contarle a la gente más joven que es lo que pasó en estos últimos 100 años y parte de lo que nos contaban nuestros padres y nuestros abuelos, llegaría así a más de 150 años de historia. Pero lo más importante creo que sea el aspecto de como ha cambiado la espiritualidad y el hecho de que todos estamos de acuerdo que hay un solo Dios y Éste es inmensamente bueno, ya no se habla de infiernos o purgatorios y la culpa ya no existe, es un sentimiento que hemos eliminado, nadie es culpable de nada y las religiones más importantes concuerdan en el hecho de que las cosas que nos pasan nos pasan solo en nuestro mundo personal y entonces no le podemos hacer daño a nadie ni a nada.

Llegando a Turín me encontraré de nuevo con los viejos amigos... bueno no tan viejos algunos son más jóvenes que yo... hablaremos de todo y nos recordaremos de los comienzos de siglo, hablaremos también de esa rebeldía que me ha siempre caracterizado. Hoy soy un hombre maduro pero conservo en mí la frescura de esa adolescencia que queda por siempre en el corazón y que lleva consigo rebeldía, seguridad, inseguridad y ansiedad por las cosas concretas de la vida.

Mi avión está por partir, los altoparlantes anuncian su salida...

2 comentarios:

  1. Feliz retorno de tu viaje, la juventud se lleva por dentro, aunque tengamos 1000 años,que lindo sería si todos reconocieramos a un Dios único, y dejaremos de estar buscando siempre un culpable, pero eso forma del aprendizaje de esta escuela que es la vida, y nuestro maestro la experiencia.
    Un beso. Sol y Luna.

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  2. nunca estuve en Noruega, me gustaría ver el sol a medianoche y la luna a mediodía...

    besos

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